domingo, julio 09, 2023

Resonancia magnética

Foto: Lawrence Berkeley National Laboratory
 


Con la maquinaria más sofisticada

escaneo cada criatura celeste y terrenal.

Es la hora pico de las estrellas.


La armonía dicta su curso magistral.


Ocupa el coquí su trono.

Para detener toda intención de vacío

los grillos no desparraman

las milésimas del tiempo.

Reescaneo.

Gozo.


Absorta quedo ante la complicidad de la vida.


Como no sé cuándo retirarme

echo en mi pecho

los fonemas que me retuvieron

y me retiro en puntillas

para no despertarme.


Por: María de los Ángeles Camacho Rivas

domingo, abril 10, 2022

Las coordenadas de mi rostro

 

Foto recuperada en: https://www.peakpx.com/es/hd-wallpaper-desktop-oiomp

Mi cara es un mapa

de mis propias miradas.

Inevitable su ruta perdida

hacia mi adentro más adentro.

Hay días en que derrama cielos azules

y se va en una nube.

Yo sé que hay un tesoro en uno de sus poros

por eso no pierdo el tiempo

cuando alguna mueca

marca sus coordenadas.


María de los Ángeles Camacho Rivas

miércoles, abril 28, 2021

Las horas conmigo

 

Clothesline Decor is a painting by Susan Elizabeth Jones







Yo, la fogata encendida 
la propensa a la tristeza
por eso ensancho
el tendedero de la alegría
razones para no vivir estrujada
para siempre
razones para hallar la distancia
entre el ancla y mis pies.
Me aterra lo contrario
porque he volado
por los cielos sin puertas.
Cuando siento
que una fuerza inferior enreda mis cabellos
hasta las nubes inciertas
-con premura- 
corto las alas
que llevan al vacío.
Calma controlar los excesos
mas no me acostumbro a no delirar
así que regreso a los secretos más íntimos
de las horas conmigo.

jueves, mayo 30, 2019

Mujer apagada




¿Qué hago tan lejos de mí misma?
¿Cómo se destruye la palabra distancia?
¿En dónde me socorrerán los rumores de cercanía?

Hay una mujer echada a un lado del camino.
Si la ven me la devuelven
-pero antes-
deprendan de su espalda el saco de osamentas
y envíenla con muchas, muchas canciones.

María de los Ángeles Camacho Rivas


martes, junio 05, 2018

Hombres de lava




A un lado del camino
yaciste derretido.
¿Pudiste atrapar una noción de aliento
para sostener tu cruel e inusitada huida?
¿Te dio tiempo para tragar ese último buche de café
que te esperaba a esa hora como todos los días?

Veo tu cuerpo inerte
tapizado en un atrio
de impenetrable polvareda.
Nuestra frustración es que no podemos penetrar
al panorama que nos persigue con su trágica pena;
simplemente no hay manera
de extraer del alivio una pizca.

¿Tomaste de la mano al despavorido
que al escape a tu lado corría?
¿Hubo un segundo para resignarte?
¿La nubehumo nubló tu mente?
¿Fue una trampa del tiempo? ¿un ardid del azar?
¿Una burla de la confianza?
¿Una derrota de la paz?

La explosión que quebrantó
la paz silvestre de ese polvoriento domingo
dejó un interminable estruendo
amargo, violento.

Al igual que tú, Guatemala
somos hombres de lava
a merced de un cataclismo,
o de un radiactivo botón político
que anide nuestro exterminio.

Así mismo será en el día del retorno del hijo del Hombre:
nadie sabe, nadie sabrá, ni el día, ni la hora.

lunes, mayo 21, 2018

Pero






…pero tal vez tus ojos
cuando casi me miraban
casi notaban lo que me sucedía
casi lo descubrían.

…pero tal vez tus manos
que casi debieron tocarme
pero lo hicieron.
Lo recordé cuando
a mis pies cayeron
las grosellas
que te ayudaron a levantar
la ausencia de mis temblores.

…pero tal vez tú
te hubieses quedado
te hubieses sentado para siempre
en la mejor butaca de mi reino
pero tal vez tú
solo fuiste y serás
una conjunción adversativa; pero.


jueves, mayo 17, 2018




Me preguntarán

¿A qué hora será
cuántas trompetas te anunciarán?
¿Estaré en la faena diaria
y me sorprenderás como ladrón a cualquier hora?
¿Brincaré de emoción
o caeré de bruces?
(como debe ser)
Quisiera preguntarte sin importunarte
pues sé que llevas una vida preguntándote lo mismo
por eso te abrazo a cada rato
con mi suspiro en turno
porque así aprendemos a amar
los que esperamos desde la distancia.
Aprendemos a echar nuestro latido
como un ruego, como una manoelástica
que puede llegar hasta la puerta de tus ojos.
Aprendemos a echar nuestro latido
con la convicción del anzuelo que hallará agua.
Yo sé que tu piel debe ser de acero aterciopelado
sé de tus horas de papeles mojados y anhelos inquebrantables
¡y lo sé!:
no porque me lo hayas o hayan dicho;
lo sé porque yo comparto tu corazón de flor sencilla.
¿No te asusta tantas ganas de ti que tenemos?
A mí me aterra que nadie pueda preguntarme:
¿Dónde estabas cuando Oscar fue liberado?,
pero más me aterra que perdamos la esperanza.

    (Escrito el 11 de enero de 2017)

viernes, abril 06, 2018

Ruta hacia la luz

Foto por: Eric Bacccega (2000)

Un sentimiento de adiós
me da la bienvenida
cuando mi tierra se despide
¡Cierran más escuelas!
¡Miles se marchan!
¡La torre se tambalea!:
en cada titular genocida.

¿Qué se hace con una tierra en letargo?
¿Será capaz la mágica dosis del insomnio?
No dormir hasta la acción.
No dormir hasta la fiereza.
No dormir hasta las llaves.

Tengo una preescolar tierra 
para llevar sobre mi espalda.


martes, marzo 27, 2018

Criminal



Foto por:  Mosa'ab Elshamy/AP Photo)
  
Castrar al amor
a ti se te da tan fácil.

Tu elocuencia
destronó al himno no nacido.

Llorar fue mi respuesta;
estallar en rayos
para sentir
otra manera de naufragio.

Por varias estaciones
opté por inocentar mi alma.
Esperar de tu mano
el alborozo de un vuelo apoemado.

Ese que esperó
cual pescador
que llegó mar adentro
y regresó
lleno de lágrimas
a la orilla.