lunes, abril 16, 2012

Madre fui




¿Es a Dios a quien  en la puerta esperas
o esperas por nuestro luto que no cabe por ella?

Suplicante el adiós
sobre tus párpados  añejos
la plata se hizo sobre esa mirada
que  prepararme intenta.

¡Niña de todos mis días!

La de mi machorro vientre
la de la lactancia ajena
para mi maternidad invisible.

¿Se te hacen largos mis días de ti?
No soy yo, es el egoísmo
que aniquila la llave de tu viaje.

Ya es tu tercera vez en la puerta.

¿Será cierto que la tercera es la vencida?
Lo fue.
Ya sin tu cuerpo dormido duermes.


domingo, abril 15, 2012

Armadura de plumas





Roto estás mi rey amigo
como el hueco de tu redonda mesa;
ahuecada sinsombra de reina y caballeros.

Eres tú y tus espigas de cabello
la felina luna de mis recuerdos.

Llevas valija inquieta:
¡cálmala en tus alturas!
derrama de ella calcetines
y encamina a los detenidos
con pies firmes, pasos limpios.
Vuela las mangas descamisadas
sobre pecherín latente de ambiciones.
Que tu cometa sea calzón para las nubes.

En la redondez de tu mesa
quédate desnudo
quédate ligero;
degusta lo  blanquinegro
que no te sabías.
Que en su hueco
retumben en eco:

¡Camelot sin ti no sería!
¡Camelot sin ti no sería!...

Con equipaje nuevo  
sigue desnudo, sigue ligero
como la piedra, como la pluma
que siempre serás
en mi armadura blanca
de azules caricias.