sábado, octubre 31, 2009

Inventario de tu vertedero

Inventario de tu vertedero:


los ladrillos del reposo

la fatiga del templo

la comezón de las fibras

la muchedumbre del hormigueo

la combustión espontánea

el deambular de mi rocío

el santuario de devoción

el tesoro del mapa

el modo indicativo

el delirio de la fiebre

el camino de regreso

el llanto de las carcajadas

el hielo de la hoguera

la penitencia de tus pecados.

martes, octubre 27, 2009

De la mano de Eolo



No se ama mucho más desde el piso.


Qué sería del amor sin sus nubes.


Qué sería de la tentación sin la fe.




Basta ya de arrastrar las rodillas


de comer estiércol y gusanos.


Para ya, de besar los pies que te pisan


cánsate de pagar por tus obsequios.





Sé un mártir del regocijo


un sacrílego del pesimismo


convierte la acción en cadena


y repela el eco de la queja.





Es mejor una palabra equivocada


que su eterna espera,


solicítala vistiendo a tu oído


con valentía para ella.

 


Idealízate árbol verde,


mármol pulido, carbón cristalino.



 Sé un pleonasmo:


sólo sube hacia arriba


deja de bajar para abajo.





Desánclate de la escoria.




Mereces la muerte


de tu muerta vida;


reclámala.


Así nada, así nadie


resistirá la sostenida ráfaga


de tu segundo viento.












domingo, octubre 18, 2009

La evolución del amor

Testarudo es este amor.



Insistente;


una esponja alimentándose de luz


en la puerta más recóndita


de un bosque acuático.


Luz burlona


en la despedida de la estrella diurna.


Luz esclavizante de todas las miradas.


Luz bordadora de hilos de sueños


en el nudo interior del cuello.


Luz persistente en la causa perdida


de dormir los párpados


y hacerlos despertar


para que aleteen


en la lejanía de sus cabellos.



Soy su huerto


y cuando lo olvido:


en lección de sal y agua


me convierto.




Sorpresivo es el amor.


Con un pétalo rosado


distrae la senilidad de su cielo.




La fantasía: su ambrosía


Las heridas: su mejor cara.


La paciencia: su tarjeta de presentación.


La ausencia: su carta astral.


La pasión: su olímpica disciplina.


La fe: su reloj en las nubes.


La inmortalidad: su garantizada verdad.


La muerte: su evolución hacia la eternidad.

jueves, octubre 08, 2009

Escudriñando el aire

Quisiera abrirte el aire


hurgar en su aliento


hasta encontrar allí


alguna partícula mía.



Porque ya me falta todo,


¡me sobra todo!




Me sobra el mar


me falta el agua tuya


me sobran las uñas de mis manos


con las que ya no te arrebato


me faltan las uñas de tus pies


con las que ya no me caminas.

 
Quisiera abrirte el corazón


y despegarte el tatuaje


que de mí dejé allí.



Porque ya extraño todo;


¡no olvido nada!


Extraño los cuatro pasos


no olvido las promesas de arena.


Extraño los cielos


no olvido las nubes


que se llevaron mi vuelo


en donde pisas la tierra.