viernes, septiembre 23, 2011

De incógnito



En la acera tropiezan los rostros
tal como  repiten los segundos 
tu cuerpo de humo.

Mentir no ayuda
pero andas mirándome
en cada transeúnte
repitiéndote:
perfume de veneno
en la nostalgia.

Salpicas en los costados;
perenne látigo de castigadora lengua.

Los cláxones no retumban
no desconcentran el dominio
de tu llover desde adentro.

Acorralada  en los hijos de tu fuego
madre quise ser de su aire.

Presiento que te quiero más
en el crecer de esta ciudad
que negra hormiguea.

Algo se me ha ocurrido:
vestiré de hormiga amazónica
cuando nuevamente pases:
te picaré.


sábado, septiembre 03, 2011

En faldas






No estar de acuerdo en el llanto
para que se ocupe  la contigua silla.

Sin la página, los lentes carecen de oficio
permanecen abiertos sobre la mesa
en la espera accidental que los ha de desbaratar.

Malagradecidos los ojos sin montura
alardean su libertad
hasta que el cristal se iza en el tabique.

Hombres con piedras de arena
asesinos de su tiempo.
¡Torpes!
Laceran los Campos Elíseos
del viril sueño.

Nihilismo:
dios con ropa interior llena de vacío.