Mar de siete puertos es la esperanza
frío, pies muertos
sin ella
por eso no detengo mi remo.
De abundancia es
cuando los azules en el agua
cuando los azules de la
palabra
cuando los azules en el firmamento
cuando los azules del amado.
¡Oh!: todos los vientos se alimentan
del manjar de los sueños.
¡Ea!: vida nueva la nueva mano.
¡Fua!: aldeas de olas pueblan el cuerpo.
¡Auuu!: cuando aúlla el agua en los ojos
nace un lúgubre lago.
¡Plash!: como piedra perdida llega el poema
-usurpadora piedra en la quietud de la charca-.
¡Amor!: ¡Que lluevan tus piedras en mi río!