Acabo
de dormir todo el cansancio del mundo
la
sensación a neblina en los ojos desapareció
la
llaga ciega que todo lo consumía además.
Acabo
de despertar.
La
sensación dulce a temblor nuevo me posee
en
el andamio óseo que sostiene el horizonte.
Construye.
Solía,
sin oxígeno, chamuscada la piel
con
huellas de un reptil veneno
entablada
en conversaciones extintas
bajo
árboles secos y sudorosos .
Pero
cuando una abre los ojos
estira
la boca, las piernas,
los
hombros, los brazos, el cuello
el
corazón
llega
al espejo del baño
para
recibir a la mujer despierta y hambrienta.