Qué bueno
que todos se fueron
me dejaron
contados minutos
para
robarle al tiempo
algo del
tiempo que me ha robado.
Si
analizamos detenidamente
comprobaremos
que la vida
es un robo
incesante.
La semana
pasada robé
un girasol
de un escritorio.
El lunes robé
un caramelo
del mismo escritorio.
Ayer robé
un papel
del proveedor escritorio.
Hoy me robé
el generoso escritorio.