Foto por: Mosa'ab Elshamy/AP Photo) |
Castrar al amor
a ti se te da tan fácil.
Tu elocuencia
destronó al himno no
nacido.
Llorar fue mi
respuesta;
estallar en rayos
para sentir
otra manera de
naufragio.
Por varias estaciones
opté por inocentar mi
alma.
Esperar de tu mano
el alborozo de un
vuelo apoemado.
Ese que esperó
cual pescador
que llegó mar adentro
y regresó
lleno de lágrimas
a la orilla.