martes, agosto 14, 2012

La partícula de Dios






Cuentan que al despertar
se desenrolló las piernas.

Dicen que traía el corazón en la mano
aprovechó para observarlo
le acarició esos tristes latidos
que secuestran la sonrisa.

Dicen que las partículas de la ciencia noble
sobrepoblaron su alma.

Dicen que se rencontró con su sonrisa.

Dicen que eran suspirantes ráfagas
como aquellas de las luciérnagas de sus quince.

Dicen que ella dormía
 y al restregarse los ojos
se deshicieron las amarras.

Cuenta que al abrir su corazón le nació un Universo
con ese nombre de hombre
que desde ese momento repetiría para siempre.


No hay comentarios.: