domingo, abril 27, 2014

Cosas que se piensan los domingos en la plaza




Te recordaré
como un corazón garfio
termita
pan agorgojado.

No eras el pebetero
eras su mecha
que disparaba
mi cielo.

Por ti
creció esa costumbre de expandirme toda
como un sombrero pequeño
acomodándose en la cabeza
de un globo inmenso.

Dejaste:
la diáspora
de esporas carnívoras
en el silencio.

Te recordaré
como víbora vertida
sobre mi cuello
y cuando no me quede
ni una sola mancha
de tu atroz morada
te recordaré
por este merecido poema.





martes, abril 15, 2014

Credo




Desde las faldas, las pizarras, las páginas, la torre, las pantallas:
datos, datos, datos…
- atléticos renacuajos en la arena-
en un maratón para aprender el mundo
en el valor del culto al conocimiento
fui criada, creada, deslumbrada.
Así fue ese hechizo:
un sol echado en el crepusculario lienzo
del oeste isleño.

Tras millones de arenas y campanas de relojes
se hizo el milagro de tu mano sobre la mía.
Ningún saber, ningún comprender
hubo en la ciencia del manto del alma
marchó una risa emplumándome los poros
quedó una batalla de credos suspirándome en la aurora
y esta urgencia de escalofríos donde creces
criatura inverosímil de mi verdad.