martes, abril 15, 2014

Credo




Desde las faldas, las pizarras, las páginas, la torre, las pantallas:
datos, datos, datos…
- atléticos renacuajos en la arena-
en un maratón para aprender el mundo
en el valor del culto al conocimiento
fui criada, creada, deslumbrada.
Así fue ese hechizo:
un sol echado en el crepusculario lienzo
del oeste isleño.

Tras millones de arenas y campanas de relojes
se hizo el milagro de tu mano sobre la mía.
Ningún saber, ningún comprender
hubo en la ciencia del manto del alma
marchó una risa emplumándome los poros
quedó una batalla de credos suspirándome en la aurora
y esta urgencia de escalofríos donde creces
criatura inverosímil de mi verdad.


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