miércoles, diciembre 03, 2008

Calendario


Ayer,
luché con la sombra que me perseguía:
tú silueta.
Conté en mis poros miles de labios:
los tuyos.
Tapé el cielo con una mano:
con la otra te acaricié.

Ahora,
mis pisadas buscan un refugio,
andan perdidas en mi propio continente
y no se conectan a tu mar,
ni nadan en la corriente cálida;
esa que sólo ofrece tu abrazo.
Trato de jugar al ajedrez;
sin caballo y sin corona.

Mañana:
Arrancaré con agrado la senil página
de mi calendario actual,
despertaré con sed de olvido
con hambre de respuestas;
igual que ayer, igual que ahora.

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