Y a mí solamente me sacudiría
no el que llegues a decorar mi casacon guirnaldas de caracoles
ni tampoco que me desnuden
tus palabras de girasol
o que me siembres flamboyanes
para el invierno.
O el que vayas a salir desbocado
a descubrir constelaciones que lleven mi nombre
ni provoques que con un beso
se unan los miles de mares.
Que ni se te ocurra declamar
entre lágrimas los cien sonetosy mucho menos consideres cantar
alguna canción desesperada.
Solamente pretendo que me taladres el corazón
con la arena laboriosa del barro encargado de moldearte.Y solo me estremecería que contaras
cada pizca de esa arena y me dieras el número
¡la cantidad exacta!,
del peso de su anclaje.
Solo me gustaría
que esté tu proaen mis amaneceres.