domingo, abril 24, 2011

En guerra avisada



Y a mí solamente me sacudiría
no el que llegues a decorar mi casa
con guirnaldas de caracoles
ni tampoco que me desnuden
tus palabras de girasol
o que  me siembres flamboyanes
para el invierno.

O el que vayas a salir desbocado
a descubrir constelaciones
que lleven mi nombre
ni provoques que con un beso
se unan los miles de mares.

Que ni se te ocurra declamar
entre lágrimas los cien sonetos
y mucho menos consideres cantar
alguna canción desesperada.

Solamente pretendo que me taladres el corazón
con la arena laboriosa del barro encargado de moldearte.

Y solo me estremecería que contaras
cada pizca de esa arena
y me dieras el número
¡la cantidad exacta!,
del peso de su anclaje.

Solo me gustaría
que esté tu proa
en mis amaneceres.

El café nuestro para cada día

Caffe Society: http://www.caffesociety.co.uk

Cae el recuelo del café en la loseta
y detiene la marcha

su alrededor es una imagen en pausa
un doce por doce
cuadrado espacio convertido en esfera;
el eje que nos concentra

solo existe ese fruto
dispersado en el andamio
entre la escoba y el suelo
ella nos vuela a lo inminente:
a reconectarnos  
a  amontonar en tandas lo desechado.

La inhalación:
novia virgen
en  velo de cafeína.

La exhalación:
viento de ventanas abiertas
en la cabeza.

Sesenta segundos
para salvarnos de una mísera eternidad
en el encuentro con la periferia que ilumina
lo oscuro de de la borra con su claridad.












martes, abril 12, 2011

Infatuación


Infatuación 03 de: Celina Carricahttp://www.flickr.com/people/celinna/

Caminé de nuevo por mi primera playa
-mi única playa-
traslúcida
engendrando gemidos
de carne en fuego.

Ecos en picos afloraron
del vaivén frente a mis  pechos.
El fémur: espectador
del lagrimar fronterizo.

Frondosa en mi afán.
Florida en fachendosa figura de fetiche.
Frac de un perfume.

Hefestos me bebió.
Yo: sirena fundida en su fragua.

Poseidón fabricó en mí
lo que los peces hacen con la red:
el fervor.

Desértica anduve siempre
en mis arenas.

Esta vez fueron dos las sombras:
la mía y la del fuego
que a tu nombre nombra.









jueves, abril 07, 2011

Fashion victim



En fin,
que el ojo por ojo
y el diente por diente
de moda han pasado.
Hoy son dos por uno.

Por el último grito:
mis dos ojos
para que me eches uno
mi dentadura
para me muerda
-aunque sea-
un solo diente tuyo.