Estamos tú, yo y esta urgencia
de plazas sembrando asfixiados faroles.
Viejo está San Juan
mas no lo sabía.
Lo supe cuando no pisaste adoquín
cuando las adoloridas murallas
siguieron dibujando en las manchas del tiempo.
Quise derribarlas
levantarlas de nuevo, construirlas
a puro pensamiento de piedras nuestras
luego volver a pasear frente a ellas
con la certidumbre viva de nuestra sombra.
¿Acaso será tarde para construirte un fuerte
de varios centenarios?
Dime qué quieres en tu nuevo San Felipe;
caminos hierbados o de arenas
escaleras o aceras
palomas o cotorras
cañones sin sus balas
un cuartel sin rejas
o del Morro la simple palabra.
Perdona esta tardanza
estos sacos llenos de kilos
de sed, de hachas y estiércol.
He desenterrado mis calaveras.
¡Te lo juro!:
Están en las rejas todas mis muertes.
Trataré de nacer cuando tú las veas.
No me entierres sin mostrarme la vida.
No me entierres sin temerle a mi muerte.