Varias
detonaciones
cientos de
aplausos
Los diplomados:
banqueros,
ingenieros,
políticos,
licenciados…
ovacionaron.
Les estornudó el
polvo sobre las axilas.
Se mareó la mañana
con la vergüenza soleada
de un julio
en alumbramiento de intereses poderosos
amontañados en
toneladas
de concreto
desmembrado.
Para desalojar la humilde casona
un orgulloso empujoncito de pólvora
un fantasmal deambular de setecientas familias.
Pocos residentes mantuvieron
la mirada
algunos se ocultaron
en el pañuelo
los más tal vez huyeron
a encontrar flores
para sus Gladiolas.
2 comentarios:
Complejo asunto este de la implosión sobre todo cuando vives en un piso veinte sin ascensor.
No fomento la codependencia hacia el gobierno pero esta implosión dejó a cientos de ancianos sin vivienda. Es cierto lo que dices sobre los elevadores pero era más fácil crear un nuevo sistema de estos. Hay personas muy productivas y capaces en los residenciales pero les van lavando el cerebro poco a poco con subsidios y cupones.
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