miércoles, febrero 15, 2012

A mano armada



Ven, pero de blancauva:
pues sobran vacías botellas.
Faltan tus manos en este oleaje.

Ven de espiral magnético
de Pacífico en el viento.

La tierra está ausente: ven sin flores.
Múdame la piel de cementerios.

Ya no llueve,
el sol se lanza a carcajada redundante
en la lumbre, lustra las arrugas de los labios.

¡Atiéndeme!
Entiende que aún no me ha visto nadie.

¡Ven!
Sé de tantas lunas el ladrón anclaje.


No hay comentarios.: