Resultó un diálogo
entre lo que Jamás Debió y Loque Fue:
―Agua fresca― pidió Loque.
―Reservo una gota en mi recuerdo.
Se derritió el temblor del rocío
del limo hacedor nada se sabe―
dijo Jamás mientras miraba la nada.
Loque: [con semblante atónito]
―¿Y el canto de la cascada sobre las rocas?
Jamás: [entre sollozos]
―Cuentan los troncos, los peces, las plumas
que es el fantasma más fúnebre y silencioso
del cementerio.
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