miércoles, junio 04, 2014

El Pandora






De cerdos y espejismos
los días aquellos de mi ceguera
alimentada con pesadillas futuras
el amor era alucinación en la sed de la arena
en el oasis inexistente de mi sed me pavoneaba:
¡Exquisita!

Chorreada en éxtasis de bromelias
latiendo, latiendo, latiendo
más allá de la gravedad
más arriba de mis cabellos enjambrados
cegada abeja en carnívora flor.

En su afán de rebasar su maldad
el amado que jugaba a amarme
fingió soñar mi sueño de vacas y praderas
tras la cortina de nicotina y mentiras
pastoreaba en su corral de cochinos y estiércol
en ausente malicia crecían al unísono mis quimeras.

Y de pronto el él Pandora
el Pandora con voz de trueno
el Pandora endragonado
Pandora ciempiés
Pandora monstruoso, violeto, endemoniado
a carcajadas:  Jajaja
¡soy  hombre y no mujer!: dijo
y su caja abrió.

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