Hoy se cumple un año
de la primera mentira del amor.
He llorado toda la mañana
pues desaproveché aprender a regalar
la apariencia de un mundo ideal...
Las mentiras nacen con majestuosos colores
para teñir luciérnagas magistrales.
Aprender a mentir vendría como anillo al dedo
para momentos en que la zozobra
en el sofá sus piernas socorre.
No hay algo mejor que una mentira
para hurtarle al Maligno sus trofeos.
¡Avanza colorido ánimo de mentira
con el rezo dulcísimo de tu retahíla!
de tu repertorio escoge cualquiera
(entendí tu poema,
estás más delgada,
ese tono de cabello te luce de maravilla,
eres lo mejor de mis días,
mi amor es para toda la vida).
Las mentiras bien construidas
te hacen, te salvan la vida.
Las mentiras seductoramente recitadas
te enamoran como una tarde frente al mar de
Patillas
Las mentiras que hacen bien no son pecado.
Te hacen creer en camellos frente a tu casa
en ratones que te dejan dinero
en jirafas azules
en flores y mariachis que te regalan el cielo.
El talón de Aquiles de la mentira
es que tiene contados sus días.
2 comentarios:
Eso, que tiene contados sus días. Muy bien.
Muy contados. Gracias.
Publicar un comentario