Escampa y no lloverán guijarros

...y llovía.. de Gaddier Rosario http://www.gaddier.com/

Hay algo entre la lluvia y el hombre
que los hace vulnerables:
a la lluvia le comienzan a salir las lágrimas
y al hombre se le encoje la fiereza.

Mientras se les agachan las rodillas
les van saliendo de los bolsillos
una lluvia de meteoritos.

El caer de cada gota
es implosión sinfónica
de nuevos poetas.

Poquito a poco
pasa la nostalgia
con su abrazo de almohada.

Cuando aprieta el agua
brota el consuelo por las ventanas.

Mengua el aguacero…

Danza el brillo
Navega la pureza.
Regresa el trino.
Precipita el escampado.

La lluvia glorifica la naturaleza del hombre;
el hombre glorifica la humanidad de la lluvia.