Amanecí en el respirar
de todos los santos.
En las horas tempranas
santa fui.
Después
-muy poco después-
me distraje,
entonces:
olvidé la devoción.
Sucedió cuando me invadió tu voz.
Tienes una manía de aislarme
y extraer mi demonio enamorado.
Antes del último sol
la sombra de algo
distraía el panorama
frente a mis ojos.
A ese algo mío me acostumbré.
A ese algo tuyo me aferré
-a ese cuerno de demonio-.
domingo, diciembre 27, 2009
lunes, diciembre 21, 2009
Contando mis días
Debajo de mis uñas guardo:
el calor de las palabras,
la leche de mi madre,
los zapatos de mi padre,
la campana de la escuela,
los domingos de misa,
las semillas del café,
el pelo despeinado,
los relojes de mi abuela,
las lecciones sin libros,
las tardes llenas de hojas,
las cáscaras de frutas,
los sacos visionarios,
el abrazo del pan,
la enciclopedia de amores,
los cristales de mi vida,
la poesía de todos mis días.
Todo lo dejo en sus manos.
el calor de las palabras,
la leche de mi madre,
los zapatos de mi padre,
la campana de la escuela,
los domingos de misa,
las semillas del café,
el pelo despeinado,
los relojes de mi abuela,
las lecciones sin libros,
las tardes llenas de hojas,
las cáscaras de frutas,
los sacos visionarios,
el abrazo del pan,
la enciclopedia de amores,
los cristales de mi vida,
la poesía de todos mis días.
Todo lo dejo en sus manos.
miércoles, diciembre 16, 2009
Hormiguero
Se han humedecido
todas las pieles.
En añicos ha quedado
mi compostura.
Un ungüento de éxtasis
ha provocado mi espalda.
Sus dos puntos bajos
aguardan ansiosos
por el ritmo y la danza.
Los picos de mi norte
ensayan a inflarse.
El nado de mi mar
exhala para ahogarse.
En mis labios
-en todos-
hay hormigas alojándose
y todo:
por pensar en ti.
todas las pieles.
En añicos ha quedado
mi compostura.
Un ungüento de éxtasis
ha provocado mi espalda.
Sus dos puntos bajos
aguardan ansiosos
por el ritmo y la danza.
Los picos de mi norte
ensayan a inflarse.
El nado de mi mar
exhala para ahogarse.
En mis labios
-en todos-
hay hormigas alojándose
y todo:
por pensar en ti.
domingo, noviembre 29, 2009
Aparición
Cuando más distraída estoy:
llegas.
Te instalas como cascada furiosa
en mi rostro.
Sacudes las telas
que cubren mis emociones
para dejarlas desnudas,
a la intemperie,
como a un pajarito sin plumaje
bajo la lluvia.
Te acomodas en las caricias
que se alejaron de la puerta.
Vuelas dolorosamente
en las oscuras venas.
Pensé,
creí,
juré -sin mi mano izquierda-
que estabas muerto,
tan muerto como
un parásito alimentándose
de sí mismo.
Y ahora,
tan descarado, tan desautorizado
te apareces,
igual que un maldito inquisidor.
Lárgate
antes de que rescates
los pocos versos que me quedan.
llegas.
Te instalas como cascada furiosa
en mi rostro.
Sacudes las telas
que cubren mis emociones
para dejarlas desnudas,
a la intemperie,
como a un pajarito sin plumaje
bajo la lluvia.
Te acomodas en las caricias
que se alejaron de la puerta.
Vuelas dolorosamente
en las oscuras venas.
Pensé,
creí,
juré -sin mi mano izquierda-
que estabas muerto,
tan muerto como
un parásito alimentándose
de sí mismo.
Y ahora,
tan descarado, tan desautorizado
te apareces,
igual que un maldito inquisidor.
Lárgate
antes de que rescates
los pocos versos que me quedan.
domingo, noviembre 15, 2009
Open house
Estoy ansiosa de ti.
Me hago la desentendida
cuando te pienso.
Pero mi cuerpo…
¡Ay mi cuerpo!
Se pasa de la raya.
A él lo invades,
él se rinde
en el primer intento.
Él te responde
con fuegos artificiales,
pancartas, cruzacalles,
pergaminos, murales,
posdatas, epígrafes.
Te envío la ruta
para que a tiempo llegues:
toma el expreso
que llega hasta San Juan.
A la derecha,
en la primera salida
verás un mega letrero
con nombre de virgen
propiedad de los ángeles.
Ignora la luz roja
viola el estacionamiento azul
guíñale al guardia
empuja la entrada;
abrirá sin llave.
sábado, noviembre 07, 2009
Prófugo
Te he buscado en él tránsito
de mis vacías calles,
en la parte alta de las raíces
en la parte baja de los ramajes.
Escribo para encontrarte
en mis manos entintadas.
Te escribo para coleccionarte
en cajas de fuego y mármol.
Te buscan mis cerradas pupilas
cuando se abre la mañana.
Intento encerrarte
en el calor de las sábanas
donde te buscan mis abrazos.
La brisa,
esculpe tu aroma
por donde se desliza mi olfato.
Cuando anocheció,
me miraban las ventanas
descubiertas de tus ojos.
De tertulias silenciosas
me impregno para esperarte.
Dejaste a nuestra bandera
contemplándose el desamparo.
Donde te he buscado,
voy repasando cada instante,
cada espacio entre el cielo y el suelo.
Voy husmeando cuidadosamente
en cada partícula imperceptible
que se cuela en los rayos sin horas.
¡Oh Dios!,
¿mi fugitivo que desvíos ha tomado?
Quién lo hizo ahuyentar
de la sobredosis de mi amor
o de lo insoportable de mi amar.
Sin alternativa para mi peregrinaje,
ando acostada
en un sabatino descanso.
Frente a frente,
converso con el cansancio.
Sin rodeos le pregunto
por el más buscado.
Con la humedad de mis ojos,
la paz de mi almohada
aprovecha para bordar
la efigie de este tríptico encuentro:
la poetisa, el cansancio y la locura.
Y entonces,
al fin, te intercepto.
de mis vacías calles,
en la parte alta de las raíces
en la parte baja de los ramajes.
Escribo para encontrarte
en mis manos entintadas.
Te escribo para coleccionarte
en cajas de fuego y mármol.
Te buscan mis cerradas pupilas
cuando se abre la mañana.
Intento encerrarte
en el calor de las sábanas
donde te buscan mis abrazos.
La brisa,
esculpe tu aroma
por donde se desliza mi olfato.
Cuando anocheció,
me miraban las ventanas
descubiertas de tus ojos.
De tertulias silenciosas
me impregno para esperarte.
Dejaste a nuestra bandera
contemplándose el desamparo.
Donde te he buscado,
voy repasando cada instante,
cada espacio entre el cielo y el suelo.
Voy husmeando cuidadosamente
en cada partícula imperceptible
que se cuela en los rayos sin horas.
¡Oh Dios!,
¿mi fugitivo que desvíos ha tomado?
Quién lo hizo ahuyentar
de la sobredosis de mi amor
o de lo insoportable de mi amar.
Sin alternativa para mi peregrinaje,
ando acostada
en un sabatino descanso.
Frente a frente,
converso con el cansancio.
Sin rodeos le pregunto
por el más buscado.
Con la humedad de mis ojos,
la paz de mi almohada
aprovecha para bordar
la efigie de este tríptico encuentro:
la poetisa, el cansancio y la locura.
Y entonces,
al fin, te intercepto.
sábado, octubre 31, 2009
Inventario de tu vertedero
Inventario de tu vertedero:
los ladrillos del reposo
la fatiga del templo
la comezón de las fibras
la muchedumbre del hormigueo
la combustión espontánea
el deambular de mi rocío
el santuario de devoción
el tesoro del mapa
el modo indicativo
el delirio de la fiebre
el camino de regreso
el llanto de las carcajadas
el hielo de la hoguera
la penitencia de tus pecados.
los ladrillos del reposo
la fatiga del templo
la comezón de las fibras
la muchedumbre del hormigueo
la combustión espontánea
el deambular de mi rocío
el santuario de devoción
el tesoro del mapa
el modo indicativo
el delirio de la fiebre
el camino de regreso
el llanto de las carcajadas
el hielo de la hoguera
la penitencia de tus pecados.
martes, octubre 27, 2009
De la mano de Eolo
No se ama mucho más desde el piso.
Qué sería del amor sin sus nubes.
Qué sería de la tentación sin la fe.
Basta ya de arrastrar las rodillas
de comer estiércol y gusanos.
Para ya, de besar los pies que te pisan
cánsate de pagar por tus obsequios.
Sé un mártir del regocijo
un sacrílego del pesimismo
convierte la acción en cadena
y repela el eco de la queja.
Es mejor una palabra equivocada
que su eterna espera,
solicítala vistiendo a tu oído
con valentía para ella.
Idealízate árbol verde,
mármol pulido, carbón cristalino.
Sé un pleonasmo:
sólo sube hacia arriba
deja de bajar para abajo.
Desánclate de la escoria.
Mereces la muerte
de tu muerta vida;
reclámala.
Así nada, así nadie
resistirá la sostenida ráfaga
de tu segundo viento.
domingo, octubre 18, 2009
La evolución del amor
Testarudo es este amor.
Insistente;
una esponja alimentándose de luz
en la puerta más recóndita
de un bosque acuático.
Luz burlona
en la despedida de la estrella diurna.
Luz esclavizante de todas las miradas.
Luz bordadora de hilos de sueños
en el nudo interior del cuello.
Luz persistente en la causa perdida
de dormir los párpados
y hacerlos despertar
para que aleteen
en la lejanía de sus cabellos.
Soy su huerto
y cuando lo olvido:
en lección de sal y agua
me convierto.
Sorpresivo es el amor.
Con un pétalo rosado
distrae la senilidad de su cielo.
La fantasía: su ambrosía
Las heridas: su mejor cara.
La paciencia: su tarjeta de presentación.
La ausencia: su carta astral.
La pasión: su olímpica disciplina.
La fe: su reloj en las nubes.
La inmortalidad: su garantizada verdad.
La muerte: su evolución hacia la eternidad.
Insistente;
una esponja alimentándose de luz
en la puerta más recóndita
de un bosque acuático.
Luz burlona
en la despedida de la estrella diurna.
Luz esclavizante de todas las miradas.
Luz bordadora de hilos de sueños
en el nudo interior del cuello.
Luz persistente en la causa perdida
de dormir los párpados
y hacerlos despertar
para que aleteen
en la lejanía de sus cabellos.
Soy su huerto
y cuando lo olvido:
en lección de sal y agua
me convierto.
Sorpresivo es el amor.
Con un pétalo rosado
distrae la senilidad de su cielo.
La fantasía: su ambrosía
Las heridas: su mejor cara.
La paciencia: su tarjeta de presentación.
La ausencia: su carta astral.
La pasión: su olímpica disciplina.
La fe: su reloj en las nubes.
La inmortalidad: su garantizada verdad.
La muerte: su evolución hacia la eternidad.
jueves, octubre 08, 2009
Escudriñando el aire
Quisiera abrirte el aire
hurgar en su aliento
hasta encontrar allí
alguna partícula mía.
Porque ya me falta todo,
¡me sobra todo!
Me sobra el mar
me falta el agua tuya
me sobran las uñas de mis manos
con las que ya no te arrebato
me faltan las uñas de tus pies
con las que ya no me caminas.
Quisiera abrirte el corazón
y despegarte el tatuaje
que de mí dejé allí.
Porque ya extraño todo;
¡no olvido nada!
Extraño los cuatro pasos
no olvido las promesas de arena.
Extraño los cielos
no olvido las nubes
que se llevaron mi vuelo
en donde pisas la tierra.
hurgar en su aliento
hasta encontrar allí
alguna partícula mía.
Porque ya me falta todo,
¡me sobra todo!
Me sobra el mar
me falta el agua tuya
me sobran las uñas de mis manos
con las que ya no te arrebato
me faltan las uñas de tus pies
con las que ya no me caminas.
Quisiera abrirte el corazón
y despegarte el tatuaje
que de mí dejé allí.
Porque ya extraño todo;
¡no olvido nada!
Extraño los cuatro pasos
no olvido las promesas de arena.
Extraño los cielos
no olvido las nubes
que se llevaron mi vuelo
en donde pisas la tierra.
martes, septiembre 22, 2009
Cuando caen las gotas
Mi cuerpo es una ola
que te lleva a naufragar en él.
Allí lates.
Como una abeja en plena faena.
Allí te quedas.
Como una quimera.
Él te da albergue.
Él te da refugio.
Yo te miro en las gradas de mis senos.
Yo te amarro en el néctar de todos mis labios.
Yo te idolatro en el templo
de todos nuestros días:
Los que fueron.
Los que son.
Los que mañana.
que te lleva a naufragar en él.
Allí lates.
Como una abeja en plena faena.
Allí te quedas.
Como una quimera.
Él te da albergue.
Él te da refugio.
Yo te miro en las gradas de mis senos.
Yo te amarro en el néctar de todos mis labios.
Yo te idolatro en el templo
de todos nuestros días:
Los que fueron.
Los que son.
Los que mañana.
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